La temporada de Navidad en Jardines de Tivoli va desde mediados de noviembre hasta principios de enero. Más de medio millón de luces convierten los jardines en una resplandeciente aldea invernal, con la gruta de Papá Noel , atracciones temáticas y actuaciones diarias en directo. El lago se transforma en una reluciente pista de hielo , mientras puestos ambulantes venden golosinas danesas, adornos y vino caliente. Llega pronto para ver los espectáculos de luces de la tarde y quédate hasta tarde para ver los fuegos artificiales de la noche **** .
Por qué visitar Copenhague en Navidad
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Jardines de Tivoli, el corazón de la Magia Navideña de Copenhague
Los Jardines de Tivoli se transforman en un paraíso invernal, con luces centelleantes, atracciones cubiertas de nieve y puestos de golosinas danesas.
El colorido puerto de Nyhavn parece sacado de una postal navideña
Encontrarás hileras de casas del siglo XVII colgadas de luces, barcas de madera amarradas a lo largo del canal y puestos de mercado instalados junto al agua. Haz una parada en uno de los cafés del puerto para degustar gløgg humeantes y æbleskiver calientes, que se disfrutan mejor bajo una manta de lana mientras los cantantes de villancicos cantan cerca.
Mercados de Navidad por toda Copenhague
Visita la elegante Kongens Nytorv (Plaza Nueva del Rey) y la histórica Højbro Plads, cerca de Strøget, para vivir una auténtica experiencia de mercado navideño. Pasea entre los puestos que venden bufandas tejidas a mano, juguetes de madera y adornos, y caliéntate con los platos nórdicos favoritos, como sándwiches flæskesteg y gløgg servidos en tazas humeantes.
Las calles de la ciudad brillan al anochecer
Strøget, la principal calle comercial de la ciudad, deslumbra con sus cascadas de luces de hadas y sus escaparates festivos, mientras que Rådhuspladsen (Plaza del Ayuntamiento) resplandece con su gran árbol de Navidad y el zumbido de los villancicos y patinadores cercanos.
Abraza el verdadero hygge
Hablamos de ese acogedor arte danés de ir más despacio. Verás amigos acurrucados en cafés a la luz de las velas, familias que comparten largas cenas con cerdo asado y vino caliente, y calles que parecen tranquilas e íntimas incluso en pleno invierno.
